¿La tecnología para lo social ó lo social para la tecnología?

Por Lic. Fabio Bustos y Lic. Crystian Alberto Peña N.

Desde hace años el computador ocupa un lugar muy importante en el desarrollo de las actividades cotidianas; primero en las comunidades urbanas, luego en las rurales y últimamente en las comunidades vulnerables.

Sabemos que estas herramientas fueron diseñadas con fines distintos a lo social y lo comunitario, sin embargo ha tomado un sentido de necesidad a tal grado que precisamente, la utilización de este tipo de tecnología hoy en día esta ocupando un puesto prioritario dentro de la labor social. Ahora nos gustaría realizar una reflexión sobre el uso de las herramientas informáticas en poblaciones vulnerables considerándolas como una opción y no como un derecho que hasta ahora no se ha logrado satisfacer en nuestro país.

En el reconocimiento de estos derechos se necesitan tres elementos importantes: la legislación, la población y los medios informáticos, buscando la reconstrucción social con el uso de las tecnologías. Cabe preguntarse ¿Cuál es el rol que juegan estos elementos al momento de usar la tecnología? ¿Las características culturales de cada sociedad influirán en el uso de estas tecnologías? ¿Estaremos preparados para integrar el trabajo social y la tecnología? ¿Podemos llegar a humanizar al hombre por medio de la tecnología?

REALIDAD SOCIAL


Estamos conscientes que la calidad de vida en nuestro país, no es ideal y que es más preocupante en las comunidades vulnerables (Desplazados: Víctimas de la violencia, madres cabeza de hogar, clase obrera, trabajadores informales abuelos y abuelas, personas indigentes, grupos indígenas, etc.).

Al planear y ejecutar proyectos de prácticas donde es utilizada la tecnología también es necesario considerar que el acceso a esta puede resultar excluyente; por la mismas razones que nuestra sociedad ha aislado por años, económica, política y culturalmente a estos tipos de población.

Pero el reto esta en crear un puente entre el analfabetismo tecnológico, y el estrechar lazos humanos a través de las herramientas tecnológicas. Son factores de un proyecto Socio-tecnológico: la disposición, el compromiso y la capacitación para que la utilización de los medios logren la cimentación de redes sociales con miras a establecer valores humanos y pluriculturales.

Se requiere un compromiso social por parte del Estado, sectores empresariales y económicos, asociaciones políticas, y ciudadanos para gestionar una inserción en el ámbito laboral, educativo y cultural para estos grupos poblacionales que deben ser vistos como miembros inherentes de una sociedad; tejedores de historias, de costumbres y de sentido de vida.

Existe una gran mayoría de personas que no saben utilizar un computador, un teléfono celular y hasta el control del T.V. y la mayoría de los casos no están dispuestos a aprender. Pero no todo son malas noticias, ya existen casos en donde la utilización del computador en la formación de niños y jóvenes en condiciones de desplazamiento, abuelos y abuelas capacitándose en el manejo de internet, chat y correo electrónico, comunidades indígenas en el levantamiento de legados y casos especiales donde se ha aplicado el bilingüismo y la multiculturalidad.

ELEMENTOS: ROLES Y FORMAS


A partir de 1991[1], se levanta un periodo en la historia de Colombia donde no solo se idealiza una nación democrática y social, sino de modernización y de integración de todos y cada una de las personas de este país.

La legislación es clara y objetiva cuando se habla de inclusión, de derechos, de convivencia y tolerancia como ejes de desarrollo social y bienestar comunitario.

Es aquí donde la educación de estos valores democráticos cumple un papel moral e integrador; Por tal motivo la educación es un eje medular para alcanzar dichos objetivos en la construcción de nación, de identidad.

Por medio de los recursos tecnológicos como páginas web, blogs, software sociales (hacemos, servicio de comunicación social e integración de servicios mediante Google Maps y redes de telefonía móvil), eGrupos (Engloba diferentes herramientas sociales: listas de correos, contactos, etc.) podemos considerar que pueden ayudar a fortalecer el trabajo comunitario y ofrecer oportunidades de inserción laboral a sectores excluidos.

Si observamos la utilización del computador y lo que la población piensa de ella, podemos encontrar resultados diferentes dependiendo donde nos encontremos, para algunos puede ser una herramienta de comunicación, para otros algo que se debe aprender para acceder a un trabajo o algún tipo de círculo social y para otros un instrumento que categoriza económicamente a una persona. Aún así, armonizaríamos que es una herramienta importante.

En una comunidad de ancianos; un abuelo podría decir: “A mi no me interesa saber nada de computadores, ni siquiera puedo prenderlo” “No me sirve”, otro podría decir: “Me gustaría aprender para poder ver las noticias o comunicarme con mis nietos”. Una joven respondería: “En estos momentos se manejan muchos procesos electrónicos y hay que estar en la vanguardia con la tecnología…”. Igualmente para nosotros es un medio de comunicación indispensable.

Olivo Melendez
[2] director de una institución de trabajo social que atiende una comunidad de niños-niñas y abuelos-abuelas nos comenta: “El área de sistemas es lo que los niños deben fundamentar para poder proyectar un mejoramiento en su calidad de vida y los abuelitos utilizarla como medio de inclusión por medio de la comunicación (terapia ocupacional) y el manejo de software e internet (Talleres y sesiones de grupo)”.

Con estas observaciones nos aproximamos que la tecnología no es la misma en contenido, en forma, ni siquiera en los intereses de los miembros de los distintos grupos sociales.

ACCESO A INTERNET; REALIDAD O SIMULACIÓN


Es fácil decir que se deben incluir a los sectores marginados y grupos sociales vulnerados en programas de capacitación tecnológica u ofrecer estímulos a organizaciones e instituciones imputadores que no están configurados física e intangiblemente para acceder a una conexión de internet, pero ciertamente podemos ver que el problema es más complejo de lo que parece, se necesita acceder y conocer. ¿Cómo se accede?, ¿cómo se obtiene información? y ¿qué necesita cada grupo, cada individuo en particular?.

PARA CONCLUIR…


¿Y el título de este artículo? ¿La tecnología para lo social o lo social para la tecnología?, suponemos que se puede observar de las dos formas, ya que las escasas oportunidades que mencionamos inicialmente se tornan en expectativas promisorias, pero también una realidad que poco a poco algunos grupos sociales vulnerables han podido superar y acceder a este tipo de tecnologías, es claro que también nosotros estamos dando nuestros primeros pasos en la utilización de estas herramientas, algunos atreviéndonos a producir y reproducir saberes, a reflexionar sobre los procesos Socio-tecnológicos y a generar algunas propuestas prácticas de acuerdo con nuestro contexto y forma de pensar.

Para terminar ponemos en deferencia las siguientes observaciones:

a. Los grupos sociales vulnerables (Desplazados, abuelos y abuelas, personas indigentes, grupos indígenas, etc.) deben ser considerados dentro las políticas públicas y educativas que contemplen la utilización de estos recursos tecnológicos.

b. Planeación de proyectos sociales y educativos que se realizan desde el escritorio, sin considerar las necesidades y realidades de cada uno de los grupos sociales mencionados.

c. En Colombia, se debe considerar el papel histórico y cultural que tienen los abuelos y abuelas como actores y constructores de valores humanos.

d. Y finalmente, podemos aseverar que la tecnología es una necesidad y derecho para todos y todas.
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[1] Constitución Política de la República de Colombia, de 1991, con la Reforma de 1997
[2] Datos proyecto comunitario: Fundación social Domingo Savio, Bogotá, Colombia