Reflexiones e implementación del P.I.L.E.O.I. (proyecto institucional de lectura, escritura, oralidad e imagen) en educación virtual


Lic. Nelson C. Rodríguez Rodríguez

Es evidente en la realidad escolar que la lectura y la escritura son destrezas importantes en la formación integral de los estudiantes; ya que apoyan de manera significativa, los procesos de enseñanza y aprendizaje de las diversas áreas de conocimiento. Su uso cotidiano es inmediato; así como lo es la oralidad y la interpretación de imágenes, gráficas, símbolos, códigos y señales.

En la actualidad toma mayor relevancia, cuando observamos que el desarrollo y el avance, no solo de la ciencia y la tecnología, sino además del conocimiento en general, exigen una transformación de los paradigmas y formas de mirar de prácticas tan usuales como lo son la lectura, escritura, oralidad e interpretación de la imagen. El surgimiento de nuevos lenguajes, medios de comunicación,  tecnologías de la información y formas de interacción del ser humano nos ofrece la oportunidad de reflexionar y replantearnos las prácticas educativas en torno a estas mediaciones del lenguaje.

Ante los nuevos requerimientos del M.E.N., La Secretaria de Educación y los diversos contextos escolares de un mundo globalizado; es importante reflexionar sobre la efectividad, eficiencia y pertinencia de construir e implementar un Proyecto Institucional de Lectura, Escritura, Oralidad e Imagen para una formación virtual.

El P.I.L.E.O.I., más que una herramienta o un instrumento de trabajo, debe ser un proyecto que lidere y reflexione sobre los procesos de lectura, escritura, oralidad e interpretación de la imagen en nuestros estudiantes, desarrollando nuevos interrogantes sobre nuestra práctica educativa y la interacción que de ella se genera desde el ámbito de la educación virtual.

Políticas Institucionales

Las políticas del MEN, de la ley 115, del decreto 1860 de 1994, señala caminos posibles en el campo de la enseñanza del lenguaje y sus habilidades básicas como leer y escribir, y plantea la formación de estudiantes competentes, que se apropien del conocimiento y lo usen en situaciones reales y específicas, por lo tanto la lectura y escritura se convierten en herramientas fundamentales. Tal esfuerzo se convierte y traspasar en las políticas nacionales, la alfabetización básica a la alfabetización funcional; la lectura y la escritura orientadas a la vida cotidiana y el contexto inmediato.

Luego en su momento con la implementación de los Estándares y Lineamientos de Lenguaje, marca una ruptura total, enfocando sus esfuerzos, no solo a privilegiar los procesos de lecto-escritura, sino la postura de darle importancia a otros sistemas de significación, sentido y comunicación. La oralidad toma gran relevancia y el estudio de la imagen, desde la perspectiva de una necesidad en formar ciudadanos conscientes y críticos a partir de las nuevas tecnologías de la comunicación y, posteriormente de la inclusión de nuevas tecnologías de la información.  

El Decreto 267 de 2002 "Por el cual se integra la Comisión  Nacional del Libro y la Lectura y se reglamentan sus funciones" (modificado por el Decreto 826 de 2003), integra la Comisión Nacional del Libro y la Lectura y reglamenta sus funciones. Este órgano asesor del Gobierno Nacional integrado por entes públicos y privados, tiene como tarea la formulación de políticas, programas y planes para el fomento de la lectura y del libro como medio fundamental de transmisión de la cultura, la investigación y la ciencia. En 2003 el Gobierno nacional puso en marcha el Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas.
Con la integración de las políticas internacionales en la apropiación de un alfabetismo tecnológico e informático, orientado a competencias básicas como lo son: la adquisición de competencias comunicativas, es inevitable que la inclusión de las NTICCs (Nuevas Tecnologías de la Información, la Comunicación y las Culturas) desarrolle nuevos desafíos como lo es la implementación de políticas  de formación en recursos electrónicos. Es evidente que el uso de Internet ha generado importantes cambios en los hábitos de escritura, lectura y acceso a la información y al conocimiento. Navegar por la Red es leer. Chatear, participar en diversos foros, utilizar regularmente el correo electrónico es escribir. El desarrollo de Internet lleva indefectiblemente al desarrollo y expansión de la lectura y la escritura en este medio (hipertexto).

Por otro lado, el proyecto PISA contempla una tipología de textos ya que a la hora de evaluar la comprensión lectora no se puede ignorar que existen grandes diferencias en el comportamiento de los lectores ante un mismo texto y que, a su vez, la comprensión de un mismo lector varía ampliamente en distintos tipos de textos. De ahí la importancia de introducir en las pruebas de evaluación diferentes tipos de texto. PISA los clasifica en textos continuos (organizados en oraciones y párrafos, esto es, escritos en prosa que a su vez se clasifican en textos descriptivos, narrativos, expositivos, argumentativos, instructivos e hipertextos) y en textos discontinuos (con organizaciones diferentes: listas, formularios, hojas informativas, avisos y anuncios, certificados, vales y cupones, mapas, tablas, gráficos o diagramas, etc.).


A partir de los estudios sobre el lenguaje en la actualidad, se ha descubierto la amplitud y el potencial de los actos comunicativos de la lectura, escritura, escucha, habla e interpretación de la imagen. Se ha descubierto la complejidad de tales operaciones mentales, que antes se veían como simples operaciones fisiológicas.

“En la tradición lingüística y en algunas teorías psicológicas, se considera el acto de “leer” como comprensión del significado del texto. Algo así como una decodificación, por parte de un sujeto lector, que se basa en el reconocimiento y manejo de un código, y que tiende a la comprensión. En una orientación de corte significativo y semiótico tendríamos que entender el acto de leer como un proceso de interacción entre un sujeto portador de saberes culturales, intereses deseos, gustos, etcétera, y un texto como el soporte portador de un significado, de una perspectiva cultural, política, ideológica y estética particulares, y que postula un modelo de lector; elementos inscritos en un contexto: una situación de la comunicación en la que se juegan intereses, intencionalidades, el poder; en la que está presente la ideología y las valoraciones culturales de un grupo social determinado.
En esta orientación, respecto a la concepción sobre “escribir”, ocurre algo similar. No se trata solamente de una codificación de significados a través de reglas lingüísticas. Se trata de un proceso que a la vez es social e individual en el que se configura un mundo y se ponen en juego saberes, competencias, intereses, y que a la vez está determinado por un contexto socio-cultural y pragmático que determina el acto de escribir: escribir es producir el mundo.
Respecto a los actos de “escuchar” y “hablar”, es necesario comprenderlos de manera similar. Es decir, en función de la significación y la producción del sentido. Escuchar, por ejemplo, tiene que ver con elementos pragmáticos como el reconocimiento de la intención del hablante, el reconocimiento del contexto social, cultural, ideológico desde el cual se habla; además está asociado a complejos procesos cognitivos ya que, a diferencia del acto de leer en el que se cuenta con el impreso como soporte de la significación, escuchar implica ir tejiendo el significado de manera inmediata, con pocas posibilidades de volver atrás en el proceso interpretativo de los significados. A su vez, hablar resulta ser un proceso igualmente complejo, es necesario elegir una posición de enunciación pertinente a la intención que se persigue, es necesario reconocer quién es el interlocutor para seleccionar un registro de lenguaje y un léxico determinado, etcétera.” (M.E.N., 1998: 27)

El acto de leer no implica meramente lo escrito, o el escribir el ejercicio de transcribir grafías de algún tipo de lengua o alfabeto; se puede llegar a pensar que así mismo se lee las imágenes, los símbolos, las expresiones del rostro, del cuerpo; se escribe en códigos, imágenes bidimensionales y tridimensionales, o en otros tipos de lenguajes como lo puede ser lo musical. Existe un gran abanico de posibilidades en las formas de percibir el mundo, que  no se identifica con la decodificación o codificación de signos verbales o de una interpretación simple y pragmática.

“Los lenguajes humanos son tan complejos, que solo hemos estudiado los evidentes. Así mismo, la diversidad de lenguas en el mundo, de formas y soportes comunicativos desbordan nuestra imaginación y, con la aparición de nuevas tecnologías de la información y la comunicación nuestro estudio es insignificante. Por ejemplo “el hipertexto presenta una tecnología radicalmente diferente, interactiva y con múltiples voces.”. O los jeroglíficos mayas que nos presenta su vida, sus creencias, su cosmogonía, sus pensamientos e incluso su tradición literaria en un soporte de piedra y unas inscripciones no alfabéticas como se suele distinguir la escritura tradicionalmente.
Con estudios como los de Walter Ong y de Bou, descubrimos en la actualidad estudios sobre la oralidad primaria y secundaria o de la escritura y la reescritura. Cada una enfrenta unas tecnologías diferentes o unos soportes. La oralidad primaria de la voz viva y directa a la oralidad secundaria de la voz mediada por el teléfono, la televisión, el cine. O la escritura nacida de la antigua imprenta china o la de Gutenberg y reescrituras en el mundo de la digitalización de los textos escritos. O combinaciones más complejas como el mundo de lo manuscrito, donde se combina la escritura con la ilustración simbólica e iconográfica. Las narraciones míticas de muchas comunidades aborígenes donde la voz, el gesto, el cuerpo desarrollaban impresiones y visiones de mundo; o las elaboraciones de traducción y, por qué no, la actual hipermedia” (Rodríguez, 2007: 87)

Es en este punto donde podemos abordar los nuevos lenguajes nacidos de la tecnología y los soportes que los sustentan como lo son el medio electrónico o la transmisión satelital. Es allí donde es importante investigar y generar aportes para la construcción de nuevas realidades y nuevas miradas, el campo educativo es aún, un espacio inexplorado, si observamos que se tiene la tecnología pera falta estudiar el impacto de lo pedagógico y su interacción con la sociedad.

El Espacio Virtual

Desde la década de los 80s, la virtualidad da sus primeros pasos, pero no es hasta los 90s, que se introdujo esta innovación tecnológica al mundo de lo educativo.  Se ha explorado mucho desde la mirada científica; la pedagogía empieza a descubrir sus alcances, sus logros y sus desafíos. Desde luego, la sociedad al asociarse al mundo de la Internet ha experimentado cambios, no solamente en la forma como interactúa con los otros y su realidad inmediata o remota, sino también, la forma como se comunica y crea nuevas formas de lenguaje y de expresión.

“El espacio virtual ha permeado lo textual, lo escritural, lo oral y lo perceptivo (gráfico-visual, simbólico, iconográfico-iconotextual…etc.) desde sus inicios, no es sólo la plataforma donde podemos encontrar textos, o simulaciones de escenario, espacios o historias; un lugar de encuentro “sin fronteras” donde se puede discutir y participar de encuentros, eventos y charlas con especialistas o iniciados. Es un espacio que ha podido tomar lo que le es oportuno, transformarlo y crear nuevas realidades o recrearlas; sus alcances no se han podido encontrar hasta el momento, pero aunque disfruta de un infinito potencial, enmarcamos el espacio virtual como una aldea, no como un mundo, en apariencia puede ser diverso, multimodal, multiexpresivo, multiespacial, pero es eso, una apariencia o una ilusión, unas más de sus características, hasta el día de hoy.
El espacio virtual es un espacio instrumental y funcional para el momento presente. Es un soporte, un medio de comunicación y una innovación científica y tecnológica. Es una realidad en cuanto existe como una herramienta posibilitadora de encuentro y desencuentro del ser humano y la sociedad. Pero lo más importante es como se ha promovido en el imaginario mundial, el encuentro de lo humano como el espacio virtual.” (Rodríguez, 2007: 96)


La inclusión de la educación en el mundo virtual o mundo de la simulación electrónica es evidente como lo aprecia Bou “Si nos fijamos en este fenómeno, es sin duda, este último aparato (el ordenador y sus apéndices que permiten la conexión planetaria).” (Bou, 2007: 7) Entre tales efectos encontramos:

§  El uso de la computadora como una nueva y mejorada máquina de escribir o como una proyección de la labor de la escritura. Herramienta de lectura, edición e impresión de textos.
§  Como herramienta tecnológica en la educación específica de la literatura o la alfabetización o formación general: e-learning, campus virtuales, formación multimedia, redes de formación y capacitación, conexión a centros escolares y universidades, museos, bibliotecas y archivos y demás instituciones educativas.
§  Alfabetización Informática y tecnológica, manejo, uso y dominio en: bases de datos y estadísticas, búsqueda de información Internet, manejo y dominio en aplicaciones ofimáticas, diseño web
§  La utilización de programas especializados para el manejo de bases de datos de Instituciones, Academias, Bibliotecas, Librerías, Colegios, Universidades... etc., de textos y productos literarios.
§  Búsqueda de información en manuales, enciclopedias, diccionarios, repertorios bibliográficos, catálogos, congresos, informes, normas, revistas de resúmenes, boletines de instituciones, revistas electrónicas.
§  La utilización del Internet como el vórtice a múltiples interfaces, programas y páginas de índole literario y personal.
§  Búsqueda de contenidos electrónicos: correo electrónico, listas de distribución/ grupo de noticias, páginas web, revistas publicadas de forma electrónica, textos escaneados, libros electrónicos, CD-ROM, textos electrónicos cortos, mapas digitalizados, vídeos digitalizados, imágenes digitalizadas, datos numéricos y estadísticos, bases de datos, portales...

Así mismo como se apuntaba anteriormente, la tecnología en tanto su acceso, uso, manejo y dominio; mantiene unos limitantes desde la misma alfabetización de la herramienta operativa del computador, el acceso a Internet, el manejo del hipermedia (lenguaje a partir del icono, la multimedia, el hipertexto, la “lectura” o navegación por la interfase electrónica) y su uso objetivo y equilibrado (evitando cualquier patología o padecimiento como la ciberadicción).

Reflexiones

El P.I.L.E.O.I, debe estructurarse coherentemente de manera que responda y se ajuste a la Propuesta Curricular planteada por el Ministerio de Educación Nacional, que se enmarca dentro de las orientaciones establecidas en la Ley General de Educación Nacional de 1994 y en el Decreto 1860, en la cual se propone, según los nuevos lineamientos curriculares de Lengua Castellana, un enfoque encaminado hacia la significación entendida como “Aquella dimensión que tiene que ver con los diferentes caminos a través de los cuales los humanos llenamos de significado y de sentido a los signos, es decir, diferentes procesos de construcción de sentidos y de significados” (M.E.N. 1998: 5); es decir, el desarrollo de las habilidades comunicativas. Leer y escribir debe fundamentarse en un proceso social e individual en el que se configura un mundo y se ponen en juego saberes, competencias e intereses determinados por un contexto sociocultural, lo que significa que los actos de lectura y escritura se deben comprender en función de la significación y la producción de textos con sentido, centrados en el desarrollo de competencias.

La oralidad y el análisis de la imagen no deben verse como las cenicientas del proceso educativo ni como el estandarte creativo y artístico de la formación escolar. Son de por sí, procesos de gran importancia, pero su estudio o adquisición debe responder a los requerimientos actuales de un mundo globalizado y la convivencia de múltiples culturas.

En conclusión, todo tipo de Proyecto Institucional Transversal como lo es el P.I.L.E.O.I., no solo debe resolver un requerimiento político educativo, sino también orientar los procesos de formación y aprendizaje en la consolidación, fortalecimiento y dominio de los estudiantes en una adquisición y gusto por procesos comunicativos tan singulares y esenciales como lo son: la lectura, escritura, oralidad y la interpretación de la imagen.